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If This Was a Movie

Capítulo 23

La mágia del cine.

Tic-Toc. El reloj sonaba al fondo de la sala de Justin. Es algo increíble, pero en todo este tiempo en el que Justin y yo hemos salido nunca había venido a su casa, esto era nuevo para mí y dejaba un sentimiento de nervios en mi.

—Ya viene Justin, no te preocupes (tu nombre) —me dijo dulcemente Jazzy y se sentó a mi lado en el sillón.

Jazzy es la hermosa hermana de Justin, ella... Ahora que lo recuerdo, Jazzy fue la chica que pidió la orden de hamburguesas el primer día que vi a Justin en el McDonald's. Ella esta blanca, pero seguramente lo que más resplandece en ella -aparte de su inigualable personalidad- son sus ojos hermosos ojos por cierto, simplemente bella.

—(tu nombre) lamentó tener que decirte esto, pero Brandom ya llegó y me está esperando en su auto —se despedió de mí y sentí que mi corazón casi se paró—. Puedes subir al cuarto de Justin si quieres, está al fondo del lado derecho —me guiñó el ojo, luego se colocó su arete faltante de pluma de pájaro y se fue.

<<¿Subo o lo espero aquí?>>

Eso me cuestionaba en mi interior, una y otra vez. Cuando llegaba la fuerza a mi y decidía ir a su cuarto, los nervios se apoderaban de mi y me quedaba más pegada en el sillón que antes.

Los padres de Justin habían salido así que la única que me acompañaba en la espera de Justin era Jazzy, pero ahora ya se había ido, hasta que escuché ruiditos de patitas.

—Oh Sam, hermoso ven aquí cosita bella —utilicé esa torpe voz que normalmente utiliza uno para hablarle a los animales y bebés.

El pequeño perro vino hacia mi con su movimiento del rabo. Se acercó a la distancia perfecta para que lo pudiera agarrar y salió corriendo antes de que pudiera hacerlo. Me levanté temerosa del sillón y fui detrás de Sam hasta llegar al piso de arriba, lo vizualicé entrando a la habitación que, con anterioridad, Jazzy me había indicado que era la de Justin. Me quedé inmóvil justo a la mitad del pasillo, pensaba en huir antes de que mi corazón sufriera un ataque por su acelerado palplitar, pero cuando eché un vistazo para ver que tan lejos me encontraba de la escalera preferí pensarlo mejor.

<<Vamos (tu nombre) ¿qué puede pasar si solo vas ahí y tocas la puerta para entrar? Después de todo, el es tú novio>>

Me repetí hasta el cansansio a paso inestable y mis manos pegajosas, decidí ir a llamar a su puerta.
Toqué, pero al momento de hacerlo, ya que estaba semi-abierta la puerta se abrió dejandome ver su interior.

—¿Justin, puedo pasar? —pregunté temerosa.

Era casi algo predecible, pero no contesto y, se que esta mal pero entré a su habitación sin ningún permiso. Allí me encontré a Sam acostado en la tendida cama de Justin, quién levanto su pequeña y peluda cabeza para ver quien entraba.

—Hola hermoso ¿en donde está tu dueño? —le dije en susurros como si temiera que alguien me fuera a escuchar.

—¿(tu nnombre)? —escuché la voz de Justin y salté del susto que me dió.

—Justin —tenía mi mano derecha en mi pecho sintiendo mi acelerado corazón. Cuando vi bien a Justin no tenía playera, de hecho creo que era la que cargaba en sus manos—. Oh por Dios —di un grito ahogado y al instante me tapé mis ojos.

Después de aquel incidente, noté que la sangre teñía mis mejillas. Justin soltó una risita burlono y pude escuchar que sus pasos se acercaban, luego sentí su cálida mano tomando la mía y destapando mi ojo.

—Nena ¿por qué te tapas los ojos? —me miró con cierta ternura—. No tiene nada de malo que me veas sin playera —tomó mi otra mano, así destapandome el otro ojo y me acercó a él en un abrazo.

Mi frente pegaba con su músculoso y bien trabajado pecho, yo no había visto a Justin sin playera hasta este momento. Su piel era firme, los músculos de su abdomen estaban bien marcados y solo pasaba por mi mente la idea de tocar todo su torso con mi mano, pasar mi dedo dibujando sus <<cuadros>>. La locura me ganó y cuando me di cuenta ya estaba pasando mi mano por su duro abdomen.

—Sabes que a pesar de como los ves sigo sintiendo y lo que haces me causa... bueno —se mordió su labio—, creo que tú ya sabras a lo que me refiero.

Lo miré inocente. Ahora se inclinó para besarme, pero le detuve, empujándole el pecho con dos dedos.
Estaba a unos centímetros de mi boca.

—No sabes cuanto te deseo —susurró Justin en mis labios y deje que me besara.

Ese beso no fue nada diferente a los demás, con excepción que este empezó a encender una llama de pasión. Justin apretó mi cuerpo al suyo tomandome por la espalda baja, mi cuerpo empezó a sentir la necesidad de desconteolarse y tomé por el cabello besandolo salvajemwnte. Justin tomó mi pierna y la acaricia con fuerza, pero a la vez delicadamente y me fue recostando levemente en su cama. A este punto había perdido mi cordura, la gran exitación que me provicaba estar junto a Justin de esta manera, viendolo así me volvía loca.

—Espera —separó nuestros labios y yo los volví a unir—. No hay que hacer esto.

—¿Por qué no? —dije mientras le daba cortos besos en su cuello.

—No digo que nunca ángel, sólo que no ahora —hizo el intento de levantarse y yo lo volví atraer hacia mi.

—Por favor Justin, ahora sí —insistí.

—Ángel —me acarició el pómulo con el pulgar—. Confía en mí, ahora no es el momento —insistió con tono cariñoso—. Te Amo —besó mis labios y se levantó.

Se alisó el cabello con los dedos, y luego le echó un vistazo al reloj digital al lado de su buró.

—Creo que hemos perdido la función —me miro divertido—. Ángel quita ese mohín —hizo una mueca ahora serio.

—No hasta que me des un beso —ahora yo le sonreí divertida.

—Eso nisiquiera lo tienes que pedir ángel —me tomó por la nuca y me dio exactamente lo que le pedí.

—¿Te parece si vemos una película en la sala? —me preguntó mientras él acomodaba mi cabello.

—Claro que sí —besé sus labios y me levanté.

Y los agudos ladridos de Sam se hicieron notar en la habitación.

—Pequeño, tú también estarás con nosotros —miré a Justin y ya había terminado de ponerse su playera.

—¿Doctor Bieber, huh? —le piqué su pecho con su dedo índice y luego le sonreí.

Bajamos yJustin llevó una cobija para taparnos, le ayudé a hacer palomitas y junto con Sam vimos una película. Todo esto me ayudaba a recordar lo maravilloso que era pasar el tiempo con Justin; aún mucho mejor que lo que podías desear e increíblemente lo mejor de mi vida.

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