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If This Was a Movie

Capítulo 14

El Viaje, el avión y un chico.

A las cuatro de la mañana del martes,Kelly, su mamá, mi mamá y yo, nos encontrabamos sentadas en el aeropuerto. Mi papá no se encontraba aquí, ya que él tiene que trabajar de lunes a viernes.

Mis ojos se cerraban a la espera de nuestro vuelo. Ayer me acosté a las ocho para no sufrir de cansancio hoy, pero no había servido de nada. Mich fue a la máquina expendedora para traernos unas bebidas. Ella y yo quisimos un chocolate caliente, ya que por alguna extraña razón hoy hacía frío.

Después de minutos de espera sonó lo que habían deseado mis oídos oír. En los altavoces se escuchó la voz de una mujer anunciar los siguientes vuelos y en ellos estaba el nuestro. kelly & yo tomamos nuestras maletas y seguidas de nuestras madres llegamos a la puerta indicada para abordar.

—Te cuidas mucho por favor (tu nombre), confió en que no harán nada malo —acomodó un poco mi cabello—. Si necesitas algo, sabes que puedes llamarme o si así quieres, puedes ir a visitar a tú hermana —me abrazó algo nostalgica—. Te amo hija —acariciaba mi cabello y me daba una mirada triste, podía ver como quería llorar, pero ella era fuerte.

—Mami no llores, estaré bien. Te lo prometó —besé su frente y le dí un abrazo como nunca antes lo había hecho.

Mi madre se soltó a llanto cuando la abracé, pero fue uno silencioso. Me sentía mal con migo misma, se quedaría mi madre cerca de un mes sola, a excepciones de los fines de semana. No quería dejarla sola, quería estarla acompañando pero sabía que no podía. El tiempo apremiaba y los pasajeros abordaban. Kelly estaba esperandome en la puerta, me aleje de mi madre pero no me despedí, ya que no sería un adiós si no un hasta luego.

Cuando subimos al avión y encontramos nuestros asientos comencé a sentir la realidad de todo esto.

Desde que era pequeña soñé con ir a Paris, soñé poder ser una de las personas que pueden llegar a ir, y hoy ya era una de esas personas.

—¿Cómo te sientes? —me preguntó Kelly ya acomodada en su asiento individual.

—Bastante nerviosa... creo —giré mi vista a la ventana—. kelly, dime que esto es real y que no es un sueño, porque creéme que no quiero despertar.

Ella se rió y me pellizco.

—¡Ouch! ¿Por qué hiciste eso? —me sobé mi brazo.

—Pensé que si te decía que no era un sueño y era nada más y nada menos que la realidad no me creerías —hizo una mueca y luego continuó—. Esa es la razón por la cual te pellizqué.

La fulminé con la mirada y me giré dándole la espalda.

—Vámos pequeña, no te enojes —me picaba mi espalda—. Cuando veas a un francés guapo, ahí te recordaré lo mala que eres.

No tenía sentido lo que acababa de decir. En fin, después de eso no volví a escuchar nada de ella. Once horas de tranquilidad y sólo escuché las turbinas sonar en lo que despegabamos, sentí cosquillas en mi estómago y luego el cielo azul del amanecer. Me coloqué un antifaz y traté de dormir un poco ya que sería un viaje largo.

Al fin aterrizabamos, y vaya que se me había hecho eterno el viaje. Cuando visualicé la torre eiffel desde mi ventana supe que habíamos llegado.

Al bajar lo primeró que se distinguía era el 'Bienvenidos a Paris' en tres idiomas diferentes. Pasamos por nuestras maletas y al levantarme choqué con un chico.

—Excusez-moi, Mademoiselle —dijo él chico francés de cabello negro ondulado y sonrisa perfecta.

—¿Eh?

Fue lo único que pude pronunciar, no tenía idea de lo que había dicho. Tal vez sí, sólo un poco...

—Parlez-vous anglais seulement? —se volvió a dirigir a mi.

—Yo... —miré desesperada a los lados en busca de ayuda.

—Excuses à mon ami, elle ne sait pas le français —escuché una voz detrás de mi responder, era Mich—. Mais seulement parlent anglais.

Lo primero que escuché salir del chico guapo de ojos grises, lo entendí o... más o menos. Pero ahora de lo que hablaban estaba completamente desubicada.

—¿Así que sólo hablan ingles? ¿Podgía pgeguntagles sus nombges? —preguntó de una forma muy graciosa el chico, he de suponer que por ser francés pronunciar la 'g' en vez de 'r'.

—Sí claro —respondió kelly—. Soy kelly —le extendió la mano y el la tomó—. Y ella es...

—(tu nombre).(tu apodo) —le dí un rápido saludo con la mano.

—Mucho gusto señogitas. Pegdonen la intgomisión pergo ¿es su pgimega vez en Pagis? —preguntó el chico con su notable acento.

—Mía sí —admití—. Pero de ella no —señalé a kelly.

—Lo pude notag pog su fluida habla.

A pesar de que hablabamos de mi amiga y no de mí, aquel chico no me quitaba la vista de encima, lo cual, me ponía nerviosa.

—¿Y cuál es tú nombre? —le pregunté.

—Me llamo Piegge. A sus ogdenes señogita —me hizó una reverencia.

—Gracias 'Piegge' —traté de pronunciarlo casi igual que él.

—Nu, nu señogita, es Piegge —lo repitió tres veces.

—Creo que es Pierre —kelly me susurró al oído, pero su vista nunca se alejó de Piegge o Pierre.

Finalmente me decidí a decirle como Kelly me dijo.

—¿Pierre? —dije, aunque sonó más a pregunta.

—Así es.

Luego un chico más o menos de su edad -pero igual de guapo- le gritó.

—Pierre, et c'est parti!

A lo que Pierre le respondió.

—J'arrive, Damien! —le respondió y luego regresó su vista a nosotras—. Lo siento mucho señogitas pergo me tengo que ig. Espego volveglas a veg —tomó mi mano, beso el dorso de ella y se alejó.

—¡Por Dios, no puedo creerlo! —inmediatamente habló Kelly, quitandole a ese momento su magia.

—¿Qué no crees? —me regrese a ella fingiendo desinterés.

—Tú sabes muuy bien a que me refiero —me dió un leve codazo—. Tienes que pasarme tu tip Dani. Cuando yo vine ningún chico se me acercó.

—Hay Kelly! ¿Qué tip ni qué nada?! Sólo fue coincidencia —me encogí de hombros y tomé mi maleta.

—¿Recuerdas lo qué te dijo chica de las cartas? —me recordó.

—Sí. No me lo recuerdes por favor —le supliqué y comenzamos a caminar.

La cuestión es qué el día de ayer, Kelly y yo fuimos a que nos leyeran las cartas del Tarot. Yo creo en eso, es por eso que tengo miedo a que pase. La chica me dijo que en un viaje muy cercano a estas fechas conocería la verdad y caería de nuevo en el amor. Lo que a la chica seguramente no le dijeron fue que yo ni por error caería de nuevo en el amor. Las únicas 'pistas' o cosas que me dijo fue: una llama que no quema, un ave que no vuela, y una muerte que no mata. En realidad lo que me dijo fue: "Hay un ave que no vuela. Un fuego que no quema y una muerte que no mata. Descubrelas y verás lo que te espera."
Ni aunque me hubiera vuelto loca le creería a esa mujer, sólo creo que nos robó dinero. ¿Qué ave no vuela? ¿Qué fuego no quema? ¿Y qué muerte no mata?

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