Si esto seguía así iba a morir. Todos los días me tengo que levantar
temprano y hacer mi rutina diaria para venir aquí y aguantar las
idioteces de mis compañeros, ¡no podía más!
Estas eran mis vacaciones, las más largas y ¿qué hacia? Preguntaba las ordenes de la gente un un McDonald's, era horriblemente aburrido. Pense por un momento en ir y pedir mi renuncia pero algo cambio mi parecer, mejor dicho, creo que... fue alguien.
Él chico del sábado estaba aquí, Christian. Cuando lo vi entrar, creí al principio que solo era pura coincidencia pero después, él constantemente posaba su mirada en mi -lo cual para ser sincera, me ponía nerviosa-.
No estoy muy segura de quien era ayer en el teléfono, pero sigo esperando a que sea él.
Después de varios minutos de verlo indesiso, se levantó de la mesa y se dirigió hacia... ¿mi?
—Disculpa —a penas pudo decir y llego Matt, mi remplazo.
—Dani, perdón por el retraso —me miro afligido, luego volteó su mirada a Chris y regreso a mi—, Hey, no te preocupes por el cliente yo lo atiendo.
Me hizo a un lado con delicadeza y hablo con Chris, yo me retire de ahí.
Una parte de mi quiso haber escuchado que era lo que él me iba a pedir, quería que Matt no hubiera llegado en ese momento, pero por desgracia, no fue así.
Mientras caminaba un poco despistada y tarareaba Love Me, sentí que alguien me tomo suavemente por mi brazo. Me asuste al instante que sentí una mano tomando mi brazo, pero ya que vi que no hubo fuerza de parte del extraño trate de tranquilizarme. El extraño me solto y yo seguía indecisa, ¿volteaba o no?
—Daniela soy Christian —dijo él a mi espalda.
Cuando lo escuche decir eso me calme por completo y me giré.
—Ho... hola-la —mi vista fue desde su abdomen hasta sus ojos, cuando mi vista llego a sus ojos me quede inmersa en su mirada.
—Perdón por tomarte repentinamente, solo que él chico que tomo tu lugar no me dejaba ir, así que salí corriendo detras de ti —jadeaba—, Sólo quería hablar contigo.
Cuando dijo "hablar contigo" inmute, no podía si quiera pensar con claridad. ¿De que quería hablar conmigo? ¿Que tenía que decir? Creo que mi nerviosismo llego hasta el punto en el que no recordaba si quera mi nombre.
—Entonces... ¿aceptarías ir a dar una vuelta conmigo? —dijo "normal", ocultaba muy bien el nerviosismo en su voz.
Traté de hablar pero no salía nada. Relajé todo en mi interior, "Haber Daniela, calmate, ¡chirriones contigo! No lo arruines ¿ok?"
—Eh... sí, ¡Sí, claro! —dije.
Él sonrío y comenzamos a caminar.
—Así que... —intente buscar un tema de conversación pero no tenía nada en mente, luego lo recordé—, ¿Qué me querías decir?
—Bueno em... —metió sus manos en las bolsas delanteras de su pantalón—, Es que...
Veía lo mucho que le costaba hablar así que, aunque una parte de mi moría por saber que me quería decir, la otra quería ayudarlo sacando otro tema.
—Uhm... Veo que te gusta McDonald's —trate de aliviar el ambiente, aunque ahora yo era la que me encontraba nerviosa.
Él río. —Sí... ¿por qué lo dices? ¿se nota mucho?
—Bueno no, sólo que te he visto dos veces casi seguidas ahí. No había visto a el mismo cliente regresar dos veces por casí una diferencia de día.
—Es que la verdad no es realmente McDonald's, se que piensas "Habiendo tantos McDonald's en Georgia y este solo va ahí" Pero es más que McDonald's, es creo, que una persona en especial...
Justo cuando se había decidido en hablar, mi mamá llamó diciendo que me quería en casa. Tuve que dejarlo ahí y posponer nuestra platica, yo me quede muriendo por saber que era lo que me quería decir.
En la noche antes de que me recostara mi celular sonó, lógicamente conteste inmediatamente sin ver de quien se trataba.
—Hola, ¿Yo aquí, quien allá?
—Dani, solo quería pedirte perdón por no haber ido por ti... en serio lo siento, creí que podía ir pero luego... bueno eso no importa, realmente lo siento mucho —dijo afligida Mich del otro lado.
—¡Haber Mich! ¿Quién te crees, eh? Yo te estuve esperando ahí diez horas y tu nunca llegaste —dije en un tono enfadada.
—Dani yo...
La interrumpí. —Ja ja, Mich no es cierto, tantos años y sigues cayendo en el juego. Tranquila todo esta bien, de hecho creo que me fue bastante bien en mi salida —dije en un tono tentador.
—Oh yo reconozco ese tono, ¡tienes que contarme! Por favor —dijo casi suplicando.
—Tu sabes que lo haré. Mira es que hay...
No pude terminar porque escuche que llamaban a Mich, ella me pidió que la esperara y después dijo que me volvería a llamar. Casi al instante que colgué volvió a sonar mi celular.
—Wow, eso fue bastante rápido.
—¿Eh, perdón?
Identifiqué nuevamente que esa no se trataba de la voz de Mich, se parecía más a la voz de la primera llamada, y se parecía a la voz de...
—¿Quién habla?
—Soy Chris, perdón por llamarte así, creí que...
—No, no, esta bien, de hecho me alegra tu llamada —confese.
—Oh —suspiró—, Oye por cierto, tu no me respondiste mi pregunta.
—¿Cual?
—¿Te puedo decir Dani?
Me solte a reír a carcajadas, nunca nadie me había preguntado eso de la misma manera que él.
—Obvio, pero ahora que lo recuerdo... tu tampoco me contestaste la mía.
—¿La tuya qué?
—¿Mi pregunta...? —le recordé.
Él comenzó a reírse. —Si la recuerdo Dani, sólo quería ver que decías.
—Oh —suspiré—, ¿Y qué era? —pregunte impaciente.
—Bueno... si no te molesta, la verdad me gustaría decirtelo en persona —dijo Christian del otro lado, sonaba tranquilo.
—Claro, pero eh, tengo que trabajar —dije ¿lamentando?
—Oh vaya... ¿que te parece si me das tu horario? así podré ver que día sería perfecto —sugerió.
Se lo dí, me parecía una buena idea. Después, por desgracia tuve que colgarle.
Mañana iría a hablar con Mich, tenía tantas cosas que contarle...
Estas eran mis vacaciones, las más largas y ¿qué hacia? Preguntaba las ordenes de la gente un un McDonald's, era horriblemente aburrido. Pense por un momento en ir y pedir mi renuncia pero algo cambio mi parecer, mejor dicho, creo que... fue alguien.
Él chico del sábado estaba aquí, Christian. Cuando lo vi entrar, creí al principio que solo era pura coincidencia pero después, él constantemente posaba su mirada en mi -lo cual para ser sincera, me ponía nerviosa-.
No estoy muy segura de quien era ayer en el teléfono, pero sigo esperando a que sea él.
Después de varios minutos de verlo indesiso, se levantó de la mesa y se dirigió hacia... ¿mi?
—Disculpa —a penas pudo decir y llego Matt, mi remplazo.
—Dani, perdón por el retraso —me miro afligido, luego volteó su mirada a Chris y regreso a mi—, Hey, no te preocupes por el cliente yo lo atiendo.
Me hizo a un lado con delicadeza y hablo con Chris, yo me retire de ahí.
Una parte de mi quiso haber escuchado que era lo que él me iba a pedir, quería que Matt no hubiera llegado en ese momento, pero por desgracia, no fue así.
Mientras caminaba un poco despistada y tarareaba Love Me, sentí que alguien me tomo suavemente por mi brazo. Me asuste al instante que sentí una mano tomando mi brazo, pero ya que vi que no hubo fuerza de parte del extraño trate de tranquilizarme. El extraño me solto y yo seguía indecisa, ¿volteaba o no?
—Daniela soy Christian —dijo él a mi espalda.
Cuando lo escuche decir eso me calme por completo y me giré.
—Ho... hola-la —mi vista fue desde su abdomen hasta sus ojos, cuando mi vista llego a sus ojos me quede inmersa en su mirada.
—Perdón por tomarte repentinamente, solo que él chico que tomo tu lugar no me dejaba ir, así que salí corriendo detras de ti —jadeaba—, Sólo quería hablar contigo.
Cuando dijo "hablar contigo" inmute, no podía si quiera pensar con claridad. ¿De que quería hablar conmigo? ¿Que tenía que decir? Creo que mi nerviosismo llego hasta el punto en el que no recordaba si quera mi nombre.
—Entonces... ¿aceptarías ir a dar una vuelta conmigo? —dijo "normal", ocultaba muy bien el nerviosismo en su voz.
Traté de hablar pero no salía nada. Relajé todo en mi interior, "Haber Daniela, calmate, ¡chirriones contigo! No lo arruines ¿ok?"
—Eh... sí, ¡Sí, claro! —dije.
Él sonrío y comenzamos a caminar.
—Así que... —intente buscar un tema de conversación pero no tenía nada en mente, luego lo recordé—, ¿Qué me querías decir?
—Bueno em... —metió sus manos en las bolsas delanteras de su pantalón—, Es que...
Veía lo mucho que le costaba hablar así que, aunque una parte de mi moría por saber que me quería decir, la otra quería ayudarlo sacando otro tema.
—Uhm... Veo que te gusta McDonald's —trate de aliviar el ambiente, aunque ahora yo era la que me encontraba nerviosa.
Él río. —Sí... ¿por qué lo dices? ¿se nota mucho?
—Bueno no, sólo que te he visto dos veces casi seguidas ahí. No había visto a el mismo cliente regresar dos veces por casí una diferencia de día.
—Es que la verdad no es realmente McDonald's, se que piensas "Habiendo tantos McDonald's en Georgia y este solo va ahí" Pero es más que McDonald's, es creo, que una persona en especial...
Justo cuando se había decidido en hablar, mi mamá llamó diciendo que me quería en casa. Tuve que dejarlo ahí y posponer nuestra platica, yo me quede muriendo por saber que era lo que me quería decir.
En la noche antes de que me recostara mi celular sonó, lógicamente conteste inmediatamente sin ver de quien se trataba.
—Hola, ¿Yo aquí, quien allá?
—Dani, solo quería pedirte perdón por no haber ido por ti... en serio lo siento, creí que podía ir pero luego... bueno eso no importa, realmente lo siento mucho —dijo afligida Mich del otro lado.
—¡Haber Mich! ¿Quién te crees, eh? Yo te estuve esperando ahí diez horas y tu nunca llegaste —dije en un tono enfadada.
—Dani yo...
La interrumpí. —Ja ja, Mich no es cierto, tantos años y sigues cayendo en el juego. Tranquila todo esta bien, de hecho creo que me fue bastante bien en mi salida —dije en un tono tentador.
—Oh yo reconozco ese tono, ¡tienes que contarme! Por favor —dijo casi suplicando.
—Tu sabes que lo haré. Mira es que hay...
No pude terminar porque escuche que llamaban a Mich, ella me pidió que la esperara y después dijo que me volvería a llamar. Casi al instante que colgué volvió a sonar mi celular.
—Wow, eso fue bastante rápido.
—¿Eh, perdón?
Identifiqué nuevamente que esa no se trataba de la voz de Mich, se parecía más a la voz de la primera llamada, y se parecía a la voz de...
—¿Quién habla?
—Soy Chris, perdón por llamarte así, creí que...
—No, no, esta bien, de hecho me alegra tu llamada —confese.
—Oh —suspiró—, Oye por cierto, tu no me respondiste mi pregunta.
—¿Cual?
—¿Te puedo decir Dani?
Me solte a reír a carcajadas, nunca nadie me había preguntado eso de la misma manera que él.
—Obvio, pero ahora que lo recuerdo... tu tampoco me contestaste la mía.
—¿La tuya qué?
—¿Mi pregunta...? —le recordé.
Él comenzó a reírse. —Si la recuerdo Dani, sólo quería ver que decías.
—Oh —suspiré—, ¿Y qué era? —pregunte impaciente.
—Bueno... si no te molesta, la verdad me gustaría decirtelo en persona —dijo Christian del otro lado, sonaba tranquilo.
—Claro, pero eh, tengo que trabajar —dije ¿lamentando?
—Oh vaya... ¿que te parece si me das tu horario? así podré ver que día sería perfecto —sugerió.
Se lo dí, me parecía una buena idea. Después, por desgracia tuve que colgarle.
Mañana iría a hablar con Mich, tenía tantas cosas que contarle...
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