Capítulo 6
Eran
las ocho de la mañana y me encontraba en la casa de Mich. Hoy no fui a
trabajar, a las siete me llamaron para decir que hoy me darían descanso
por suplantar a mi compañero la otra vez. Eso a mi me pareció perfecto.
Cuando llegué Mich me recibió inmediatamente, fuimos a su habitación y
estuvimos hablando de varias cosas. Hasta que llegamos al tema que no
pudimos dar por ignorado.
—Así que... ¿Quién era el chico atractivo con él que te encontrabas ayer? —me preguntó Mich, con una mirada insinuadora.
—Bueno él es... —estuve apunto de contestar hasta que capte, ¿cómo
sabía ella acerca de Chris?—, ¿Cómo sabes que ayer me encontraba con una
chico?
—Bueno, yo... yo, la verdad es que si fui por ti, —me
confesó— pero te vi con aquel chico y no quise interrumpir así que no
dije nada —bajo su mirada, como si se sintiera mal por algo.
—Mich esta bien, no te preocupes —coloque mi mano en su hombro.
—Entonces ¿me dirás quién es? —insitió.
—Sí. Su nombre es Christian y... eso es lo único que se...
Me interrumpió Mich. —Y que esta guapo —subia y bajaba sus cejas.
—¡Miiiich! —hice la finta de que le pegaría, ella se encogió y se echo a reír.
—¿Qué? Solo digo la verdad ¿o lo vas a negar?
—Bueno, no... —me sonroje y luego recordé que él quería hablar conmigo—, ¡Rayos! Le tengo que avisar.
—Avisar a quién? —preguntó confundida Mich.
—Oh... ¿Lo pensé o lo dije? —la miré confundida.
—Creo que las dos. ¿A quién le vas a llamar?
—Es que Chris... tian, quería decirme algo y quedamos en vernos, sólo
que hoy sería perfecto ya que no trabajo y así no espero hasta el fin
—le guiñe el ojo.
Mich se quedó pensante, con su mano izquierda en su barbilla. Yo me levante de su cama y me preparaba para llamarle a Chris.
Contesto a la primera timbrada y le dije todo, él acepto y nos veriamos
en el parque de la primera vez a las dos y media. Cuando colgué Mich me
miraba fijamente.
—¿Enserio no sabes nada de él más que su nombre? —tenía su mano en la frente.
—No —negaba con la cabeza mientras decía un alargado NO.
—Pero el te quiere decir algo ¿cierto? —se levantó de un brinco de la cama—, ¿Tiene mucho que se conocieron?
—¡Oh bueno Mich! ¿Qué es esto? ¿Un interrogatorio? —le dije algo exaltada.
—No exactamente. Es que tu historia suena tanto al de una pelicula. Un
chico y una chica se conocen, hablan una vez y se enamoran, luego
terminan perdidos pero al final regresan y su final de "happy endin'
Yo la miraba incredúla, mientras ella se movía por la habitación explicando "su cuento de hadas".
—Uhu, si Mich —rodeé mis ojos—. Te recuerdo, vivos en la realidad, no
en un cuento de hadas transformado en una pelicula. A parte, de todo lo
que dijiste solo esta la parte de se conocen, no hay más allá de eso.
—Lo se Daniela, no soy tonta, solo quería alegrarte un poco. Nunca
aceptas al amor cuando llega a ti —se sentó en su cama—. Perdón por
quererte dar ánimos para el amor —dijo un poco enojada.
—Perdón...
No pude decir más. Ella tenía razón, yo no acepta al amor cuando se
acercaba, ella solo quería que no ocurriera eso. Me senté a su lado y
tome una almohada, la coloqué en mi rostro, cubriendolo por completo.
—¿A none ta Mich? —le dije en nuestro tono usual.
Ella seguía allí, sólo fingiendo que no me escuchaba. Pensé en otra cosa para que se encontentara.
—Mich —empecé a hablar como borracha—. Tu saabes que sho te amo, no me
importa si te tengo que jalar de las patas para que rias, tu —le pegué
mi dedo indice a su nariz—. Tú, eres mi mejor amiga. A parte Mish, si tu
no estas aqui, a mi lado, ¿con quién compartiré mis hongos?
A
ese punto llegué y Mich se solto a reír a carcajadas. Ella tenía algo
peculiar que recordaba, sus grandes, largos e histericos ataques de
risa. Se empezó a colorear en las mejillas, luego era toda la cara. Rodo
por la cama pataleando y riendo, giraba y destendía su cama. Se tomaba
del estomago y solo decía entre cortado por la risa: "no puedo
respirar."
Su risa era bastante contagiosa así que yo igual la acompañe a la risa, claro, yo si estaba controlada.
—Mich ya basta, para y respira —la tomé por el brazo.
Ella se tranquilizó, la ayude a sentarse en la cama y más tranquilas retomamos el tema. Así continuamos la platica.
—Y por cierto mi mamá me dijo que —callé inmediatamente cuando lo recordé, Diana venía hoy.
—¿Qué pasa? ¿Te encuentras bien?
—Si... es solo que olvide por completo un pequeño detalle —con mis
dedos hice la señal de pequeño, la tipica, juntando mi dedo pulgar con
el indice, apuntando que es una cosa diminuta.
—¿Cu...ual? —alargo.
—Diana viene a visitarnos —cada palabra la pronuncié con tanto desdén y odio como pude.
—¡Vaya! —se sorprendió—. ¿No estaba en Paris? Según recuerdo ella no las venía a visitar.
—¡Lo se! Solo se canso de ser tan miserablemente feliz allá y quería
venir a ver que yo no lo fuera, y si así fuera, entonces ella se
encargaría de arruinarlo todo —me crucé de brazos, misntras grandes
cantidades de odio recorrían mi ser.
¿Qué haré con Chris?
Era lo único que podía pensar en ese momento.
CONVERSATION
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario