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If This Was a Movie

Capítulo 29

Un fuego que no quema.

Cuando Pierre se retiró dulcemente, después de comprender un poco como me sentía, decidí bajar de la Torre y regresar al hotel. Una gran donrisa de felicidad alumbraba mi rostro, este día sin duda había sido algo de lo que temía que pasara en la ya famosa <<cuidad del amor>> El frío viento chocaba contra mi cuerpo, pero en este momento no podía prnsar en nada más que lo que sucedió con Pierre. Caminaba por un puente, mi vista vagaba en mis tennis y, cuando levante la vista -aún con la sonrisa en mi rostro- vi a quien nunca imaginé encontrarme de nuevo, no en este lugar.

—¿Ángel eres tú?

—¡TÚ...! ¡¿Como te arrevez a llamarme así, después de lo que me hiciste?! —gruñí con odio.

Finalmente me había encontrado con la persona a la cual solía extrañar, con la que mis pensamientos se inundaban; quizá aún así, ni en mis pensamientos más locos imaginé que al volverlo a encontrar surgiría odio, en vez de comprensión y amor.

—Por favor ángel, no seas así conmigo, tengo algo importante que decirte —me suplicó acercandose más a mí.

—¿Qué hay que explicar? —me reí sarcástica—. Creo que me dijiste todo antes de irte y romperme el corazón ¿no?

Pude sentir como las lágrimas recorrían mis mejillas y caían. Busqué la forma menos obvia para limpiarme las lágrimas y también tranquilizarme. Él se acercó aún más a mí y ahora vi con más claridad que, Chris traía consigo una guitarra.

—Por favor. Escuchame —insistió—. Te he buscado por todo Paris sin hayar señas de ti, estuve apunto de darme por vencido y, justo ahora, te encontré. ¿Acaso no ves qué el destino lo quizo así?

—¡Por favor! ¿El destino? ¿Por quién me tomas? ¿Una estúpida? —bufé.

—Claro que no, nunca lo haría —bajo la mirada—. Sabía que no me escucharías, ni tampoco me dejarías darte un explicación. Por eso te escribí esto...

Tomó su guitarra que se encontraba colgada en su espalda, y con unos movimientos rápidos se acomodo y comenzó a tocar en un tono lento.

—My angel,
How'd you get to be so fly,
How'd you get to shine so bright, girl —cantó y me miraba de la forma en la que solía hacerlo cuando lamentaba algo, me partia el corazón.

—No tengo que escuchar esto... —susurré y dí media vuelta para tomar un nuevo camino hacia el hotel.

—Espera —Me agarró de la muñeca, obligándome a mirarle cara a cara—. ¿Te irás sólo así sin escuchar algo de lo qué te quiero decir?

—Yo... Yo... —Justin lo había conseguido, no podía quitar la vista de sus ojos. Tragué con fuerza e hice mi mejor esfuerzo para decirle lo que tenía—. Sí. Al igual que tú lo hiciste —al final, opté por apartar la mano de un tirón y me alejé de Justin.

—Si aún tienes un poco de amor por mí escuchame...

Si lo que me había hecho me destrozó el corazón, que él me rogara era peor. No quería regresar y parecer débil, pero tampoco quería ser una vil persona y dejarlo sólo ahí.

—Lo haré —contesté aún dandole la espalda—. Pero quiero aclarar que solo lo hago porque no quiero quedar como la mala aquí.

—¿Entonces no es por qué me amas? —bajo su tono de voz como si le hubiera dolido.

Negué con la cabeza, dí media vuelta para verlo de frente. Chris asintió con la cabeza y comenzó a tocar.

—My angel,
How'd you get to be so fly,
How'd you get to shine so bright, girl
How'd you get to look like that,
Heaven don't you call her back, yeah (http://www.youtube.com/watch?v=XBOVxWJgw8Q&ob=av2e)

La canción era hermosa, no tuve palabras para decir algo. Una parte de mí se encontraba pelando por abrazarlo y besarlo, la otra lo odiaba y no quería saber nada de él, hacer lo que hizo no merecía perdón.

—En todo el tiempo en el que no te vi, en lo que pareció una eternidad, te escribi esta canción. Quería demostrarte lo que siento, necesito explicarte todo... pero antes necesito saber que me creeras.

—Justin lo siento mucho, enserio, pero yo ya no te puedo creer. No después de lo que hiciste.

—¡Pero eso es exactamente de lo que quiero hablar! Necesito decirte la verdad —tomó mi mano.

—No hay nada de que hablar. Dime, ¿quieres lastimarme más? Si bien lo recuerdo, tú fuiste quien me dijo lo que paso, de hecho lo aceptaste —dije con tono malhumorado, picandole su pecho con la mano que tenía libre.

—Lo se, por eso me será dificil convencerte de lo que digo es verdad.

—¿Ahora quieres tratar de convencerme de algo? ¡Já! —me reí sarcástica.

—_______ (tn) ¿quieres tomarlo enserio? Necesito decirte la verdad, pero no puedo si no me crees.

—¡Ya! —grité—. No quiero oír nada, ya lo escuché todo.

—No, la verdad no. Soy él único que te la dirá. Tú hermana...

—Justin... yo te amaba y tú solo me lastimaste, ahora deja de meter a mi hermana en esto. Me tengo que ir, no quiero saber nada... —gorgojeé y salí corriendo de ahí llorando.

—¡Ella te mintió! ¡No me rendiré! —gritó a la lejanía.

No se porque Justin se ataba a decirme la verdad cuando ya la sabía. A pesar de que odiaba a mi hermana sigo sin creer que la haya defendido, la preferí antes que Justin… Al final él mencionó algo que me intrigo demasiado, algo que no creí que tuviera algo que ver con lo que tuvimos.

<<Ella te mintió>>

Esa afirmación seguía resonando en mis oídos.
¿Qué tenía que ver Diana en todo esto? ¿Por qué ella me mintió?

Y esa hermosa noche que, al parecer pudo quedar como un lindo recuerdo, sólo quedo como un mal reencuentro.

A pesar de que era noche, se podía ver como el cielo se tornaba gris por el espesor de las nubes, así poco a poco tapando las estrellas. En mi solitario regreso al hotel, sentí unas gotas chocando contra mi rostro; una tras otra. En este punto ya no me importaba el frío, ni mucho menos la lluvia que se avecinaba, de hecho, sería algo favorecedor ya que en la lluvia nadie nota tu tristeza ni tus lágrimas. No me importó que poco a poco, mi abrigo se mojara, al igual que todo mi cuerpo.
Si el punto de Justin era conseguir que me sintiera mal y triste, lo habia conseguido de la peor forma. Lo único que quería era pasarmela increíble en mi última semana, simplemente quería un recuerdo del cual me dejara mucho de que hablar, pero no uno con el cual solo recordara momentos tristes. Fue ahí cuando recordé el momento en el cual Chris lo confesó todo.

-Flashback-

—______(tn) yo se que han pasado cuatro meses desde la última vez que vine y fuimos a la disco, —me dijo Diana—, pero me acabe de enterar de algo que necesitaba contartelo —me sacudío mi brazo y mantenía una cara de horror.

—¿Qué pasa? —le respondí fastidiada y aparte sus pezuñas de mi brazo.

—¡Justin te engañó! —dijo casi en grito.

Su acusación fue tan grande y grave que por un momento se me paró el corazón, pero inmediatamente recapacité y analicé mejor las cosas. En estos grandiosos cuatro meses, Justin había mostrado ser quien siempre soñé, nunca mostró señales de infielidad ¿Por qué ahora Diana me decía eso?

—¿Estas segura? —me lancé inmediatamente a preguntar.

—Por supesto y, no es porque yo ande de chismosa pero incluso, tengo fotos de él comprobandolo —afirmó con tanta seguridad que hizo que empezara a dudar.

—No te creo —me crucé de brazos y la miré desafiante.

—No lo hagas —se encogió de hombros y me miró indiferente. Tomó su bolso de 'Prada' y sacó un sobre—. Ten, allá tú si las quieres ver —dejó caer el sobre el mis manos y meneandose se fue de mi habitación.

Mis manos bajo el sobre sudaban y temblaban. El latido de mi corazón retumbaba en mis oídos, haciendome volver loca. La tentación me obligaba a abrirlo y ver su contenido, pero me aterraba lo que pudiera encontrar dentro. Con mis temblorosas manos abrí el sobre y saqué unas fotos que nunca imaginé ver.


—¡¿De donde sacaste esto?! —interrumpí bruscamente en el cuarto de Diana.

Ella con una sonrisa sinica al teléfono, le dijo algo al hablante y colgó.

—Hay querida, no importa de donde las saqué, si no, lo que ÉL esta haciendo en ellas —dijo con voz melodiosa.

Algo andaba mal aquí, ella no iba a llegar solamente así, fingiendo ser la hermana que se preocupa por mí.

—Esto no es verdad, es pura basura —le aventé sus estúpidas fotos en su cama.

—Ya te lo dije, no me creas. Después de todo, yo sólo quería ayudarte —se giró y comenzó a limar sus uñas—. Pero deverías preguntarselo tu misma.

—No te preocupes, no necesito preguntarselo —dí media vuelta y me fui con tranquilidad.

Al salir de la habitación, me apoyé contra la puerta para recuperar el aliento. Yo sabía que no necesitaba preguntarle nada a Justin, él hasta ahora había sido muy lindo conmigo y la relación, así que no tenía razones para desconfiar. Pero después de ver esas fotos, tenía una duda dentro de mí que no podía calmar.


—Justin, necesitamos hablar —le dije al teléfono.

—Eh... cla-ro, ¿ahora? —contestó nervioso al otro lado.

—Sí. Al menos que tengas algo que hacer —colgué.

Si iba a hablar con Justin tenía que ser cara a cara, necesitaba escuchar de su boca salir la verdad.

—Dime que lo que vi no es cierto —le supliqué a punto de llorar.

—Ángel —me miró fijamente—. Nunca quise hacerlo, pero no puedo negar mis actos… —su voz se fue apagando.

Sentí mi corazón en un puño, no podía creerlo. Yo lo defendí, alegué por su inocencia y, todo para que fuera culpable. No me di cuenta cuando paso, pero mis ojos se encontraban inundados de lágrimas.

—¿Cómo pudiste? —mordí mi labio para aguantar un poco el llanto, pero no me contuve y le dí una cachetada.

Él sólo sobo su mejilla y me miró triste.

—Todo se salió de mis manos. No se que paso...—se lamentó.

—Si sabes que paso, ¡¿por qué no lo admites?! —las lágrimas nublaban mi vista.

—_____(tn) ¿Recuerdas aquella tarde en la playa? Yo si, ______(tn) yo si! Yo nunca te dejare sola, recuerdo ese día como no tienes idea, y cada vez que te veo es como la primera vez, caí en amor con la hija de la señora cuidadosa, ______(tn) eres la mejor cosa que a pasado en mi vida, que a sido mía. Nunca fingi esos momentos, realmente los sentía. ¡Tienes que creerme! Yo... te amo.

—No, si me amaras no estarías haciendo lo que haces. Mejor dicho, no hubieras hecho lo que hiciste.

-Fin Flashback-

Así fue como terminó nuestra historia, su infielidad lo acabo todo. Pero a pesar de que todo esto me diera razones de odiarlo, no lo odiaba, no tanto como creí hacerlo. Un odio que no te hace odiar. Era… como un fuego que no quema.

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